viernes, 16 de octubre de 2009

Momentos de definición de la historia



En la vida de una persona hay momentos y decisiones que se toman que definen su futuro. Con los países ocurre lo mismo, pues al pasar por distintas facetas históricas, se va moldeando el carácter de sus pueblos, una personalidad propia que les dará la fortaleza para poder salir adelante en situaciones de adversidad y dependiendo de los sacrificios que se realicen, quedara determinado su destino y se definirá el tipo de país que en adelante será.

A finales de los años ochenta y principios de los noventa, con la llegada al poder gubernamental de un líder político que se percibía diferente en aquel momento, el país entro en un proceso de reforma económica que lo inclino hacia un nuevo destino histórico. Las políticas neoliberales que propiciaron reformas traídas desde fuera, nos dieron un giro y nos encaminaron hacia un destino diferente. De pronto se le empezó a dar el bienestar material una importancia suprema por encima del bienestar social y espiritual de las personas.

La teoría del vaso que debía derramar se empezó a propagar, pero contario a lo que se pensó ocurriría, la brecha entre ricos y pobres, lejos de cerrarse, se empezó a expandir. Las diferencias entre las clases sociales cada vez se iban notando mas, mientras crecía la inversión en “moles” y comida chatarra bajo la justificación de generar empleos, fomentando en la gente el consumismo desmedido, muchas veces a favor de sectores económicos que por un lado empujaban estas políticas económicas desde cargos públicos pero por otro lado también disfrutaban de las utilidades que como empresarios generaban en sus negocios, creando una sociedad con un esquema de valores invertido en el que se le dio mas importancia a la ropa que se viste o el vehículo que se conduce que al conocimiento que se tiene o a los valores que orientan la vida de las personas.

Pero lo que mas daño causo al país, en mi opinión, y que estos “lideres”, con su visión reducida y ego centrista no lograron o quisieron percibir, fue la manipulación de la institucionalidad, manejando el sistema de poderes en forma caprichosa, controlando de forma descarada las decisiones del ejecutivo, del legislativo y peor aun, las del poder judicial. Con esto, aun y cuando recibieron un bienestar inmediato logrando concesiones que les han permitido vivir en la impunidad sin pagar sus delitos, sembraron el germen de su propia destrucción y se convirtieron en los padres de los engendros que ahora, con tanta fiereza, muchos de ellos intentar combatir.

En efecto, lo que ha ocurrido es solo el resultado de lo que se sembró y la impunidad dio lugar a que otros pensaran que era posible salirse con las suyas sin pagar por sus delitos. Se violento la Constitución en reiteradas oportunidades, de manera descarada, llegando a ser candidatos presidenciales los mismos que una vez legislaron para prohibir estas situaciones y el poder judicial fue cómplice al plegarse a estas conductas.
Así como fue un grave error permitir a finales de los ochenta y mediados de los noventa el “perdón” de ciertos personajes en el país que se hicieron ricos con dineros pagados luego por el pueblo hondureño, así seria un error que lo que ha ocurrido en nuestro país actualmente pasara a ser un nuevo ejemplo de impunidad. El país debe definir su futuro ahora, es decir, esta es la oportunidad de mostrar que el que comete un delito pagara el precio por su error y no se podrá librar y no se podrá librar del castigo de ninguna manera.

De igual forma, es importante desenmascarar a todos aquellos que formaron parte del esquema de impunidad que propicio el problema de evitar a toda costa que se cobijen en la bandera de los “blancos” que ahora representan una esperanza de lograr el cambio al que nos referimos.
Debemos terminar con el trafico de influencias, el pago de comisiones disfrazadas de negocios, las licitaciones amañadas, el paracaidismo en los puestos públicos, el cohecho, el hurto y todas las demás actividades que comúnmente se han venido realizando y que en la mayoría de los casos han sido el origen de riquezas mal habidas y de libertades inmerecidas. No darse cuenta de esto seria nuevamente cometer el mismo error que nuestros hijos con toda seguridad y razón nos reclamaran a muy corto plazo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario